Conocer a Dios es la experiencia más importante de toda la vida.
¡Cuán maravilloso es que Dios se ha revelado de tal manera que El está al alcance de aquellos que le buscan de todo corazón! Sin embargo, El queda como un misterio escondido para aquellos que no le buscan porque no desean conocerle.
Con frecuencia, los Católicos somos sorprendidos por miembros de otras agrupaciones, quienes no solo cuestionan nuestra Fe, sino que alguna de sus enseñanzas están equivocadas. Y es que muchos hermanos creen que la enseñanza que recibieron cuando eran pequeños, es suficiente, otros no creen lo que no entienden, otros no aceptan las verdades de fe, (Los Dogmas, entiéndase por dogma aquella verdad revelada, descubierta, no inventada). También están aquellas personas que creen que por sí mismos, pueden alcanzar el éxito. Es por ello nuestra misión, mostrar la verdad revelada ya sea por falta de conocimiento o por una mala enseñanza; ayudándolos a descubrir el camino, y enseñándoles a fortalecer su fe y su gran amor a Nuestro Señor Jesús, y comprender así la riqueza de NUESTRA FE.
Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Si en verdad hemos de conocer a Dios, lo haremos de la misma forma que lo hicieron todos los grandes cristianos de la historia: leyendo y estudiando la Santa Palabra de Dios. No hay otra manera. Aparte del estudio de la Biblia no se puede conocer a Dios.
Conocer a DIOS, nos permite depositar nuestra fe (confiar de todo corazón) en EL.