La Renovación Carismática Católica o Movimiento Carismático es un movimiento espiritual, presente normal (pero no solamente) a través de estructuras de movimiento apostólico, o de movimiento organizado, que tiene su origen en el movimiento neo pentecostal protestante, y dentro del clima de apertura del Concilio Vaticano II fue acogido en la Iglesia Católica por ser una experiencia original y esencialmente católica.

La Renovación Carismática suele tener como vehículo diversos difusores, entre ellos los «grupos de oración«, donde las personas se reúnen periódicamente para alabar, adorar y bendecir al Señor, leer la Biblia, ser catequizadas y compartir su testimonio de conversión.

En la RCC se encuentran dos grandes modelos de organización:

  • El primero, adoptado especialmente en América Latina, se centra en grupos de oración parroquial, independientes entre sí, generalmente sin estatutos ni superiores, sino solamente dirigentes, llamados también servidores, sin autoridad jurídica, pero siempre sujetos a la autoridad eclesiástica.
  • El otro gran modelo de organización, es el de comunidades de alianza, que se dan cuando un grupo de carismáticos se compromete con estatutos, votos, diezmos y otras estructuras.

¿Qué dice la Iglesia?

“La originalidad de las nuevas comunidades consiste frecuentemente en el hecho de que se trata de grupos compuestos de hombres y mujeres, clérigos y laicos, de casados y célibes, que siguen un estilo particular de vida (…) Estas nuevas asociaciones de vida evangélica no son alternativas a las precedentes instituciones (…); son también un don del Espíritu para que la Iglesia siga a su Señor en una perenne dinámica de generosidad, atenta a las llamadas de Dios que se manifiestan a través de los signos de los tiempos.”
(Juan Pablo II, Vita Consecrata Nº 62)

Más de 120 millones de católicos participan de la espiritualidad de la RCC actualmente.